Frente a lo aparatoso y doloroso de las técnicas precedentes, Invisalign ofrece características que hasta el día de hoy a nadie se le hubiera ocurrido asociar con un tratamiento de esta clase: es una ortodoncia invisible y prácticamente indolora.
Según los expertos, ambas virtudes, asociadas a la estética y a la calidad de vida de los pacientes respectivamente, no menoscaban la eficacia del tratamiento, que es si cabe superior al de todos sus predecesores debido a la revolucionaria tecnología ClinCheck, que permite personalizar el tratamiento hasta extremos nunca vistos. .
Invisible
La base de Invisalign, y lo que posiblemente constituya su verdadera revolución, es la absoluta perfección en el diagnóstico y la capacidad para simular virtualmente el tratamiento y la evolución que va a sufrir la dentadura del paciente antes de llevar el proceso la práctica. Esto es posible gracias a la tecnología 3D de última generación ClinCheck.
Tras una primera visita diagnóstica, en la que se explora la constitución de la boca del paciente mediante modelos, fotografías y radiografías (más exactamente, ortopantomografías, técnica radiológica que permite representar una imagen general de los maxilares en una única imagen), los resultados se mandan a los laboratorios Align Technology en Estados Unidos donde la información es procesada mediante el ClinCheck, que la convierte en una sofisticada simulación tridimensional.
A parte de la precisión, la principal ventaja más evidente es la posibilidad para el paciente de saber cómo va a quedar su boca, y decidir si acepta el tratamiento o no.
En caso de aceptar, en unos días llega la caja con los alineadores numerados Invisalign que el ClinCheck ha diseñado especialmente para tu boca, y que han sido fabricados en placas de acetato transparentes, justamente la clave de la invisibilidad de Invisalign.
El paciente deberá cambiar de alineadores más o menos cada 15 días (ya llegan numerados de los Estados Unidos), aunque puede acordar con su ortodoncista que les dé 2 o 3 juegos y así espaciar la frecuencia.
Deben ser llevados unas 20 horas al día, pero pueden retirarse para comer, beber, o en otras ocasiones en los que el paciente prefiera ahorrárselos..
La duración del tratamiento varía entre 4 y 18 meses, lo cual, comparada con los tratamientos tradicionales, es nada.
Indoloro
Es normal que Invisalign, como tratamiento central de la revolución de la ortodoncia “invisible”, haga justamente bandera de ello, blandiendo como principal ventaja el argumento estético (¡una sonrisa sin brackets!).
Pero las ventajas de Invisalign no acaban en la belleza. Se trata de un tratamiento mucho menos doloroso, apenas afecta al habla, no presenta las clásicas dificultades de adhesión e higiene oral de las viejas ortodoncias, se pueden retirar para comer, las visitas de control son rapidísimas, son muy resistentes…
Asequible y accesible
El precio del tratamiento de invisalign es absolutamente asequible e incluso financiable, probablemente por el efecto ‘boom’ del tratamiento.
Y no hay que ir demasiado lejos para hallar un dentista equipado con los recursos y la tecnología necesaria como para llevarlo a cabo. En Barcelona mismo, la red de clínicas dentales Propdental, probablemente los más reputados de por aquí en tratamientos de vanguardia, cuenta con cuatro centros (Sants, Eixample, Encants, Sant Martí) en los que optar por el tratamiento Invisalign que mejor se ajuste al paciente: Invisalign Full, el sistema más empleado de Align Technology; Invisalign Lite, de duración considerablemente más corta que con el resto de tratamientos de ortodoncia invisible; Invisalign Teen, especial adolescentes… La primera visita es gratis, así que podemos enterarnos de lo que más nos conviene sin ninguna clase de compromiso.
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